Pensar en cómo el diseño de un objeto, creado por un ser humano, puede llegar a habitar en la casa de miles y miles de personas desconocidas alrededor del mundo. Aquí te mostraremos tres diseños que son hitos universales, sillas que le rinden culto al diseño.
Un carpintero capaz de revolucionar las sillas de la época, dejando atrás los barroquismos y ornamentos de los muebles ostentosos para instaurar la idea de la simplificación.
La silla número 14 fue su creación más famosa con un innovador proceso a vapor que logró crear la primera silla en la historia de madera curvada con ésta técnica, una alabanza a lo curvo tanto en el respaldo como en la terminación de sus patas, siguiendo una geometría acorde que realizó el asiento en forma circular.
Esta maravilla de madera de haya tiene un aspecto ligero y suave, que la hace parecer delicada. Pero las apariencias engañan. Una resistencia envidiable, que aún las hace estar en pie después de algo más de 150 años.
“Estoy mucho más interesado en los pequeños detalles que en las grandes estructuras”
Corazón al diseño. Cesca, nombre en honor a su hija adoptada Francesca.
Esta silla reúne todos los valores de la Bauhaus formando su propio manifiesto, se dice que es la primera silla modernista de la historia, inspirada en los procesos de fabricación de una bicicleta, revolucionó la industria mobiliaria por su estructura de acero tubular y curvado, al igual que los volantes de las bicis de la época.
Una oda a la geometría y la física suspendida que aporta una ligereza visual y espacial no vistas en ningún diseño hasta ese momento.
Conformada con acero cromado sin soldadura, madera y juncos de paja de Viena entretejidos, realmente la comodidad hecha carne, una de las sillas más flexibles que se han inventado, que genera un sutil balanceo al sentarse que te fascinará.
Está presente en la colección permanente de los altares del MOMA de Nueva York.
Un mueble que se atreve a desafiar la gravedad.
«La silla es el objeto más cercano a las personas».
Arquitecto de Dinamarca, dedicó su vida a la creación de sillas, confeccionando más de 500 modelos, entre estos la silla CH24 que reventó el mundo.
Una cosa era clara, Wegner, genio creativo, con su visión reduccionista del diseño logró unir el respaldo y los apoyabrazos en un único bloque, haciendo honor a la visión danesa del diseño.
Silla con 120 metros tejidos a mano, con cuerda de papel ultra resistente, creada en la segunda guerra mundial, madera de haya maciza y muy ligera, la Wishbone alude a una ergonomía perfecta para la anatomía humana, la catalogamos como una extensión del propio cuerpo.
El MoMA cuenta con su ejemplar como símbolo del diseño nórdico, pero más allá de estar entre las paredes de este museo mucha gente la lleva tatuada en la piel.
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